martes, 26 de noviembre de 2013

EL CASO DEL NIÑO DESAPARECIDO ( cuento)

EL CASO DEL NIÑO DESAPARECIDO
Era un día tranquilo, yo estaba tranquilo en mi casa viendo en la televisión un programa, bueno una serie de dibujos, la de los Simpson, creo que todos la habréis visto, bueno vamos a lo importante, yo estaba con el pelo enfurruñado, con la manta por encima, con el pijama puesto porque es por la mañana y acabo de despertarme. Soy un chico moreno, con la sonrisa siempre en mi cara, de metro cincuenta y envuelto de los mejores amigos del mundo y mi madre me llamó.
-¡Raúl¡ baja a desayunar.
Yo bajé rápidamente y apagué la televisión, tenía un hambre tremendo. Mi madre estaba allí con el pelo cogido con un moño, con su bata rosa, su color favorito, su pijama le quedaba grande era de una vaca, especialmente la vaca Tula. En la cocina estaba puesta la televisión y la radio, la televisión es gris, de plasma y grandísima. Estábamos viendo un documental de unos leones, de cómo corrían a por las presas y en la radio se oía una canción de India Martínez, en especial la de los gatos no ladran. Mi desayuno eran cereales con leche y cuando terminé me tomé un colacao porque me había quedado frío, mientras el colacao se calentaba yo me fui al baño, a los dos minutos sonó el microondas ``RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING´´ y fui corriendo porque estaba helado. Tengo un hermano que se llama Oliver, que él en vez de desayunar cereales con leche como yo, desayunó un colacao y cuando terminó se fue a jugar con la play 3.
Yo me tomé  el colacao y me fui a jugar con mi hermano al FIFA 14 , yo era el Real Madrid y mi hermano del Barcelona porque yo soy fan del Madrid y mi hermano del Barcelona.
Vino un amigo mío a casa y nos pusimos a jugar a la Wii al Wii sports resort, jugamos al juego de volar por la ciudad, tres veces mi amigo era único, era un crack ganó dos veces y mi hermano una, yo como siempre pierdo a todos los juegos menos a los de los coches porque mi pasión aparte del Madrid son los coches.
Más tarde, al terminar el Wii sports resort jugamos a formula 1 2013. Jugamos a éste 5 partidas, yo en este era un super crack ¡de 5 gane 5! Mi hermano y mi amigo me dijeron al unísono
-¿Pero qué? ¿Cómo nos has podido ganar 5 veces seguidas? ¡Eres un autentico crack!
Me puse nervioso por lo que me dijeron y me puse a sonreír con la sonrisa de oreja a oreja. Más tarde nos fuimos al patio y nos pusimos a jugar al futbol: en especial a GOL PORTERO o UN BUEN PORTERO como lo queráis llamar, al cuarto de hora vinieron a mi casa cuatro amigos más, yo les dije que dónde estaba nuestro otro amigo y dijeron que no sabían dónde estaba, bueno, en total éramos siete, y jugamos a un mundialito y ganó mi hermano, yo quedé cuarto, ni tan mal porque me gusta mucho el futbol pero no se me da muy bien que digamos.
Mi hermano tenía las playeras de messi y yo de Cristiano Ronaldo. Las mías eran azules como la noche y como con nubes más claras y estrellas blancas y amarillas.
Las de mi hermano eran blancas casi todo menos una rayas rojas.
De repente llamaron a la puerta: “TOC TOC TOC TOC TOC” muy rápidamente y muy fuerte. Como nosotros estábamos en el jardín abrimos nosotros, era el padre de Diego, el compañero que nos faltaba y eufórico dijo:
- ¿Dónde está mi hijo? ¿Está aquí?
 Y nosotros le dijimos a la vez:
-no, no está aquí. ¿No debe de estar con usted?
Y él nos explicó que no. Que no estaba con él porque él estaba en el parque que está en frente de la casa de Diego, el salió al balcón y le vio pero a los cinco minutos volvió a salir y ya no estaba y que él pensó que podía estar con nosotros pero no es así.
Salimos a buscarle, primero fuimos al parque para ver lo que decían los niños si es que decían algo, vamos, que se hubiesen dado cuenta.
Parecíamos una banda, ahí todos juntos enfadados y exhaustos, preguntándonos:
-¿Dónde estará Diego? Y el padre:
-¿Dónde estará mi hijo?
Vieron a un tipo corriendo hacia un basurero y le siguieron porque le podían haber raptado. Pero llegaron allí y se dieron cuenta de que era uno de los del servicio de limpieza de los que llevan el camión de la basura y todos se disgustaron. Aunque le preguntaron por si había visto a algún niño corriendo por la calle y el basurero les dijo que sí. Que iba en dirección al monte.
Nos fuimos los ocho en dirección al monte, al único monte que hay por allí, el monte falda larga. Pero ahora no había nada ni nadie allí solo monte, monte y más monte, solo había monte no se veía otra cosa.
Se fueron disgustados a la papelería porque el padre tenía una foto de diego, para hacer folletos y colgarlos por la ciudad. Pero el encargado de la papelería nos dijo que no le quedaba papel. Fue a buscarlo, mientras tanto, nosotros nos sentamos todos en las sillas desesperados, la papelería se llamaba los gallos.
Al fin, llegó el encargado y saltamos casi todos de alegría, bueno de alegría no porque no le hemos encontrado todavía pero podíamos hacer los carteles, pero el encargado dijo:
-chicos, veréis no tengo ahora tinta, volved dentro de diez minutos y la tendré ya lista.
Entonces nosotros salimos disgustados y el padre dijo:
-Este chaval es un poco tonto.
Los demás niños se miraron entre si y se reían y lloraban a la vez, lloraban por la desaparición de nuestro amigo Diego y nos reíamos por lo que había dicho el padre de Diego, aunque estábamos todavía disgustados.
De mientras pasaban diez minutos fuimos al parque donde desapareció nuestro amigo, y nos sentamos todos allí menos Erik, el niño más pequeño de todos nosotros. Ya pasaron diez minutos y fuimos a la papelería, la papelería era muy grande, con el suelo azul y las paredes verdes, y el mostrador donde se atiende a la gente era pequeño y a la izquierda de la papelería.
El padre de Diego, entregó la foto de Diego, hicimos en total doscientos siete folletos para distribuirlos por toda la ciudad.
El dependiente de la papelería nos ayudó con la búsqueda, cerró la papelería y se vino con nosotros a ayudarnos a poner los folletos por la ciudad.
Luego nos fuimos a mi casa todos juntos incluido el de la papelería.

Estaba empezando a oscurecer y todavía no había llamado nadie, pero de repente llamaron por teléfono, todos estábamos contentos porque creíamos que era una persona que le había visto.
Pero cogieron el teléfono y era la madre de mí amigo Erik y de su hermano. Para que se fueran ya para casa. Y todos nuestros amigos se fueron ya porque era tarde.
De repente, cuando nos íbamos a la cama, sonó el teléfono “RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING” y lo cogió mi padre, decían que le habían visto por la tarde  cuando iba en dirección al museo, pero que no sabían si seguía allí, nosotros no lo creíamos.
A la mañana siguiente llamaron porque le habían visto cuando iba para el campo de futbol, ahora por la mañana. Se reunieron allí todos pero no estaba y tuvieron que pagar entrada. El estadio era como el Bernabéu el estadio del Madrid de grande.
Luego llamaron al móvil de mi padre, diciendo que le habían visto en el zoo, fueron allí y tampoco estaba pero el zoo era gigante. Había cuatro jirafas, seis hipopótamos, tres lémures, nueve pingüinos y muchísimas cosas más.
Volvieron a llamar y dijeron que le habían visto comprando en la farmacia, fuimos allí y dijimos todos al unísono:
-¡Por fin te encontramoooooooooooos¡ ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeen¡
Diego nos explicó:
Es que tengo una tía mala, entonces la llevamos mi tío y yo primero al museo para que viera las pinturas que había allí, luego la llevamos el tío y yo a ver un partido de futbol, porque decía que tenía muchísimas ganas de ver los partidos de futbol.(por lo menos uno), luego fuimos al zoo para que vea a los animales, se lo pasó genial, y ahora he venido a comprarla sus medicinas.
El padre dijo:
-Nos podías haber consultado si podías ir a casa de tía Helena, hay hijo me tenias muy preocupado. Entonces nos fuimos todos los padres de todos nuestros amigos mis padres y todos nosotros  a celebrarlo porque esto había que celebrarlo.
                                                                                                                                                               Alexis

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