UN DIA POR VENECIA (LAREDO):
Todo empezó a las cuatro de la mañana cuando sonó el teléfono (rinrinrinrin), era Cristina le madre de mi amigo Alejandro, nos avisó de que se estaba inundando el barrio.
Mis padres se levantaron a todo correr para bajar a quitar el coche. Cuando bajó mi padre ya le cubría por la rodilla, (el agua estaba congelada).
Enseguida me despertó mi madre (Mario despierta que se ha inundado el barrio), yo la conteste (aaaaaaaaaaa,
tengo sueño no puedo levantarme), al cabo de un rato me desperté, fui hasta el balcón y allí estaba mi madre, estuvimos un rato viendo como bajaba el agua, yo me metí porque tenía frío, me fui al balcón trasero y aquello ya parecía una piscina.
Llovía con mucho fuerza y granizaba. Mi madre subió donde los vecinos a llamarlos, uno contestó pero no bajó a quitar el coche y por la tarde vino la grúa a llevársele (no le arrancaba), el otro vecino dormía como un tronco y no oyó el timbre ni los golpes de la puerta.
Ya estaba cansado y, me fui a la cama, di muchas vueltas y me costó dormir (tenía en la cabeza todo lo que había visto).
Me desperté a las once y media, y seguí mirando por los balcones y echando fotos. Mi madre y mi padre no pegaron ojo, se oía mucho el agua bajar por la cuesta, bajaba con mucha fuerza. A eso de las doce y media empezó a bajar el nivel del agua, entonces mis padres me mandaron a comprar el pan (yo encantado), me empecé a poner las botas y me costó un poco, al final lo conseguí.
Bajé a la calle, di una vuelta un poco rara para no mojarme mucho, pero al final conseguí llegar al Día.
De vuelta estaba sacando unas fotos a la alameda y al colegio José Antonio o Villa del Mar. Todas las tiendas y locales estaban anegadas de agua (que pena daban), todo el mundo ayudando sacando agua. Al fin llegué a casa, en cuanto llegue mi fui al garaje a ver como estaban mis ratones, estaban bien, no había entrado mucho agua. Allí estaba mi amigo Alejandro ayudando a su madre en el garaje, se le había estropeado todo lo que tenía en el suelo (así ha hecho limpieza), yo la ayudé un poco, porque enseguida Alejandro y yo nos fuimos a investigar un poco.
Estuvimos hablando con todos los vecinos, estaban viendo los destrozos que le habían hecho (la tienda de animales, el veterinario, el local de una cuadrilla de chavales, y muchos garajes).
Enseguida empezaron los de la limpieza a pasar las mangueras a presión, con los camiones cisterna, un dumper y “lo más importante las escobas”. Han tardado dos días en limpiar todo el barro que quedó.
Y colorín, colorado el barrio se ha limpiado.
PARA MAS INFORMACION http://www.delaredulin.com/
REALIZADO POR: MARIO GARCIA
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