miércoles, 13 de febrero de 2013

MUERTOS VIVIENTES

MUERTOS VIVIENTES

Hola soy Paula y ahora va a venir mi padre a contarme un cuento de Halloween, se titula Muertos Vivientes.
-Hola Paula traigo el cuento que me pediste, el de Muertos Vivientes-exclamo Pedro el padre de Paula.
-Había una vez…
Cuatro niños en el día de Halloween. Uno se llamaba Iván, era deportista, le gustaba el baloncesto y el futbol, pero solo practicaba el baloncesto. El era muy seguro de sí mismo. Iván iba disfrazado de zombi.
Otro niño se llamaba Edgar. No le gustaba disfrazarse pero si estar con sus amigos. El iba disfrazado de vampiro aunque no daba mucho miedo.
La niña se llamaba Silvia, es muy juguetona, siempre está contenta y contenta aunque haya situaciones difíciles para ella,  por cierto, la encanta cantar, bailar y defender a sus amigos cuando están en situaciones difíciles y no saben cómo salir de ellas. Ella va disfrazada de bruja con el vestido verde y negro, con zapatos negros y un sombrero de color verde y negro.
La ultima niña se llama Olivia, es súper maja, la encanta jugar con sus amigos también la gustan los animales y tiene mucha imaginación para divertirse y jugar. Ella va disfrazada de esqueleto. El traje es negro con los huesos blancos pero como es de noche solo se ven los huesos. El traje da mucho miedo. Pero a la vez es muy divertido.
Los cuatro amigos se reunieron en la plaza mayor que estaba por cerca de la casa de Edgar. Edgar lo tenía muy fácil pero llegó el último después de Silvia, Edgar llegó el último porque era muy vago y no se molestó en mirar el reloj. Bueno pero lo importante era que ya estaban los cuatro juntos.
-¿Esto va a terminar mal?-pregunto Paula con mucho interés.
-Y el padre exclamó-¡Si me dejas terminar, la historia lo sabrás!
El padre de Paula, continúo la historia sin ninguna interrupción…
Los cuatro amigos fueron a diez casas y les dieron diez caramelos en cada casa. Multiplica 10x10=100 caramelos aproximadamente se comió cada amigo.
-Ya está ¿Se ha terminado la historia que me estabas contando?-dijo Paula
-Claro que no, ha sido demasiado corta para ser una historia, yo siempre te las cuento más largas-suspiró Pedro, el padre de Paula.
-Ah,  vale, es que como te habías parado pensé que ya habías terminado- exclamó Paula.
-Bueno, seguiré con la historia.
A ver, se comieron todos los caramelos pero de repente ye oyó un aaaaaaaaaaaaarrrrrrrgggggggghhhhhhhhhhh pero ¿Qué era? No lo sabían y  poco después se oyó otro aaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrrggggggggggghhhhhhhhh,  pero esta más cerca. Vieron a un zombi, ¿queeeeeeeeeeeee?,  había más de un zombi, había unos veinte o así. Pero ellos pensaban que tendrían que pelear, pero no, en realidad eran personas disfrazada de zombis.
-¡Que halloween más divertido! -exclamaron los cuatro a la vez-.
-¿Ya ha terminado?
-Sí
-Pues me ha gustado muchísimo
-Me alegro. Bueno a dormir, mañana te comerás los caramelos que te han sobrado.
-Vale, hasta mañana.
-Hasta mañana.
                                                                                          Mónica

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