viernes, 7 de febrero de 2014

Nicolás Guillén

Nicolás Cristóbal Guillén Batista (Camagüey, 1902 - La Habana, 1989) nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre.
Su padre murió, a manos de soldados que reprimían una revuelta política, en 1917 y eso significó la ruina económica de la familia, por lo que su madre tuvo que ocuparse de sus hijos.

El joven Guillén termina sus estudios de bachillerato alrededor de 1919. Poeta cubano, considerado el máximo representante de la llamada poesía negra centroamericana, y poeta nacional de la isla por su obra ligada a la cultura afrocubana.
Nicolás Guillén estudió un año de derecho en La Habana, antes de abandonar la universidad y volver a su ciudad donde trabajó como tipógrafo y se dedicó al periodismo en la redacción de El Camagüeyano, en cuyas páginas inició también su actividad literaria.

A partir de 1925 Nicolás Guillén se instaló en la capital donde participó activamente en la vida cultural y política de protesta, lo que le supuso breves arrestos y períodos de exilio en varias ocasiones.

En 1937, cuando había publicado ya sus primeros tres libros, ingresó en el Partido Comunista de Cuba, fundado por su amigo y también poeta R. Martínez Villena, y participó en el célebre Congreso por la Defensa de la Cultura, realizado en Valencia en plena Guerra Civil española, donde conoció a P. Neruda, R. Alberti, F. García Lorca y O. Paz, y su obra alcanzó difusión europea.

A su regreso a Cuba, Nicolás Guillén dirigió la revista Mediodía y participó de los movimientos de vanguardia en las tribunas de Gaceta del Caribe y Revista Avance. Pasó luego años de exilio, viajando por Sudamérica, y en 1956 recibió el Premio Lenin de la Unión Soviética, hasta que el triunfo de la Revolución castrista, en 1959, le permitió regresar a la isla, donde desempeñó distintos cargos, como la presidencia de la Unión de Escritores, desde 1961, y misiones diplomáticas de relieve.

Además, su poesía se hizo eco también de las inquietudes neorrománticas y metafísicas del momento, como la trascendencia del amor y la muerte que ocuparon un espacio importante en su obra. Otras obras en esta dirección fueron: Tengo(1964), donde manifestó su júbilo ante la Cuba revolucionaria y Poemas de Amor, que apareció el mismo año. Más tarde publicó títulos como El gran zoo(1967), La rueda dentada (1972), El diario de a diario(1972) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1977). Además, en Prosa de prisa (1975-1976) recogió una selección de sus trabajos periodísticos. Y aún dentro de su poesía cabe destacar el singular Poemas para niños y mayores de edad (1977), donde siguió demostrando su gran capacidad para conjugar preocupaciones diversas y encontrar formas de expresión constantemente renovadas.


POR: GANIA 

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