EL TEJO
Diario Montañés 15/01/13
«El día que me envenené empecé a marearme, luego me entró somnolencia y me llevaron a Valdecilla con una frecuencia cardiaca muy baja. Después dejé de controlar mi cuerpo, empecé a sufrir cólicos, diarreas, me puse amarillo como un limón... Las pasé como Caín».
Es el testimonio de Víctor García López, ……… leer más
· Opinión
A mí esta noticia me ha interesado porque veo que es interesante saber que hay un árbol que no podemos manipular.
También creo que como era un profesor podía haberse puesto la mascarilla porque sabía que estaba manipulando un árbol peligroso y para realizar los trabajos que hacía podía haber utilizado otro árbol menos peligroso que no le envenenase.
Nos la trae: Iker
No hay comentarios:
Publicar un comentario