UNAS
VACACIONES POR SEGOVIA...
Día 2 de abril.
Me despierto
sobresaltado porque llegaba el día de irme a Segovia. Salimos y el viaje duró
4h, aunque mereció la pena, por el viaje vi mucho tipo de paisajes todos muy
bonitos.
Lo primero que
vimos fue el acueducto de Segovia al que le saqué muchas fotos. Este monumento
lo construyeron los romanos.
Más tarde
fuimos a ver el ALCÁZAR.
Vimos muchos guerreros, estructuras, armas, caballos, banderas, cañones y unos
techos preciosos y muy muy detallados.
A continuación
fuimos a ver un poquito la catedral de Segovia.
A la mañana
siguiente que ya era 3 de abril fuimos a subir la torre del alcázar, eran 152
escaleras, yo las subí sin problemas.
A continuación
fuimos a la granja que fue construía por Enrique IV de Castilla. Dentro vimos
los jardines y el palacio. El jardín era muy bonito pero lo malo es que no se
encendían las fuentes hasta el 1 de mayo. Dentro del palacio había muchos
cuadros y tapices.
Cuando
terminamos de visitarlo nos fuimos al pueblo de Pedraza. En Pedraza había un
castillo medio derruido y la puerta estaba hecha como de pinchos. Había
muchísimas cigüeñas diciéndose algo entre ellas.
Al día
siguiente emprendimos el viaje de vuelta a casa. Cuando llegué me puse
contento.
IKER CALVO
LAS VACACIONES:
UNA TARDE POR EL ALCÁZAR…
Empezó esa tarde, justo esa tarde. Estaba muy
nervioso porque iba a ver el Alcázar. Un pequeño castillo de sueños y alegrías.
Desde fuera se apreciaba la belleza de sus torres y el acompañar de los pájaros
que cantaban. Entramos al castillo. Dentro era una especie de mezcla de objetos
antiguos. En una sala te encontrabas con: Retratos de personas que parecía que
tenía un marco como de oro, también vi las armaduras de los guerreros. (Yo me
sentía como en otra época.)
También
había unas espadas de punta fina y delgada y
unas escopetas grandes y estiradas. En los
escaparates se veían descripciones e historias. Yo me las leí todas.
En otra sala vi muchos cañones y todos con sus
respectivas bolas de cañón. Además había mucha cantidad de banderas. Todas de
España pero de diferentes provincias.
Un elemento de todas las salas fueron los techos,
tenían un retrato de la historia de Jesucristo.
En otra sala dejaron espacio para las sillas reales,
eran pequeñas, sin embrago eran muy especiales. Era todo muy antiguo. Yo me sentía
como si me levantaba de la cama y me encontraba en un castillo, saliendo y
entrando por las puertas de hierro forjado y la alegría de la paz mundial.
Pensando en que todo era perfecto.
Para subir a
la torre había que recorrer unas escaleras de caracol. Eran 152,
parece una cifra exagerada pero casi ni se notaba al subir. Las barandillas
estaban hechas de cadenas de hierro. No me podía imaginar cómo podían subir
herramientas o armas pesadas a la torre. Cuando subí arriba era todo muy bonito,
no había nada pero el verdadero premio y placer eran ver las vistas
maravillosas. Se veía el palacio de la moneda, la catedral y el acueducto. Una
obra maestra de los romanos. Era algo extraño porque las piedras no estaban
sujetadas por cemento. Cuando lo ves siempre te haces una pregunta. ¿Cómo habían
sujetado las piedras?. Yo creo que era por la fuerza de la gravedad, aunque no
estoy muy seguro. Bajamos las escaleras poco a poco hasta llegar a un foso
donde había monedas, ni muchas ni pocas, había millones.
Antes de irnos, como
ya era de noche, vimos el Alcázar de noche. Era muy bonito porqué las luces de
los focos iluminaban todas y cada una de las esquinas del castillo. Me despedí
del Alcázar con una maravillosa foto con un señor disfrazo de guerrero de la
época.
Adiós. IKER CALVO
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